En el taller que Elizabeth Daynès tiene en París ella y sus colaboradoras hacen los moldes de las figuras y luego las van dando vida mediante resinas o siliconas.
http://www.daynes.com/en/home.php
http://www.youtube.com/watch?v=YsXBBByqXD0
http://www.daynes.com/en/home.php
http://www.youtube.com/watch?v=YsXBBByqXD0
Jesús Javier Matías
C.M. / Burgos
Las muchas incógnitas sobre el origen del ser humano van teniendo respuesta gracias a la investigación de los fósiles de homínidos y herramientas que los paleontólogos encuentran en los yacimientos de todo el mundo. El estudio de esos restos ha permitido saber la estatura de algunos homínidos, su corpulencia, cómo parían, si oían o hablaban, qué comían y hasta si practicaban canibalismo cultural.
Sin embargo, sentimos mucha curiosidad por saber el aspecto que tenían nuestros antepasados, algo que requiere de altas dosis de imaginación que algunos ilustradores y artistas han tratado de satisfacer mediante recreaciones en las que ciencia y fantasía se dan la mano.
El futuro Museo de la Evolución Humana (MEH) tendrá una sala con réplicas de especies de homínidos como el Australopitecus afarensis, Homo habilis, Homo erectus, Homo antecessor, Homo heidelbergensis, Homo neandertalensis o Homo sapiens para explicar al visitante la carrera hacia la humanidad y buscando la contribución de cada uno a la evolución: bipedismo, industria lítica, cultura o conciencia de sí mismo...
La consejera de Cultura, María José Salgueiro, aprovechó su visita a París con motivo de la inauguración de la exposición Atapuerca, tras el rastro de los primeros europeos en el Museo del Hombre para visitar el taller de la prestigiosa escultora antropológica Elisabeth Daynès (Béziers, Francia, 1960). Salgueiro, que estuvo acompañada del codirector de Atapuerca Eudald Carbonell y del viceconsejero de Cultura, Alberto Gutiérrez, conoció de la mano de la artista el proceso de creación de sus recreaciones. El trabajo de Daynès combina investigación científica, innovación tecnológica y grandes dosis artísticas para obtener unos resultados tan realistas que parecen devolver de nuevo a la vida a nuestros antepasados.
Con fósiles originales
Las reconstrucciones se realizan tomando como modelo los cráneos fósiles originales de las distintas especies de homínidos gracias a su contacto con diferentes equipos científicos y visitas a museos. Posteriormente, la artista realiza un molde del original y le pone unos bastoncillos que le permiten luego obtener el grosor de los músculos, la grasa o la piel, que lógicamente el cráneo no tiene. Una vez terminado ese molde se pasa a silicona y se va trabajando con lacas, ceras y resinas para reconstruir poco a poco los rasgos faciales. También trabaja mucho la mirada y la expresión. Las réplicas de Daynès miran al espectador cara a cara, dialogan con él y le trasladarán a la época en la que vivieron nuestros antepasados. Y el culmen del realismo lo pone el pelo natural y los vestidos con los que termina sus creaciones. El resultado es espectacular y demuestra el compromiso de esta artista francesa con la tarea de recrear a homínidos que vivieron hace millones de años. El trabajo es concienzudo porque emplea en cada una de las recreaciones unos cuatro meses.
Daynès tiene recreaciones de los australopitecus Lucien y Lucy, de una familia de neandertales, del hombre de Cromagnon, del Hombre de Pekín, del Homo Erectus de Dmanisi, de Toumai o del Homo Floresiensis de Indonesia y además ha recreado a Einstein o a Darwin con un realismo que casi asusta. También ha saltado a la fama por la reconstrucción de Tutankamon.
Su trabajo está en los museos de Tautavel (Francia), Halle (Alemania) Field (Estados Unidos) o el Museo del Hombre (Francia). También ha trabajado para el Museo de las Ciencias de CosmoCaixa en Barcelona.
Sin embargo, sentimos mucha curiosidad por saber el aspecto que tenían nuestros antepasados, algo que requiere de altas dosis de imaginación que algunos ilustradores y artistas han tratado de satisfacer mediante recreaciones en las que ciencia y fantasía se dan la mano.
El futuro Museo de la Evolución Humana (MEH) tendrá una sala con réplicas de especies de homínidos como el Australopitecus afarensis, Homo habilis, Homo erectus, Homo antecessor, Homo heidelbergensis, Homo neandertalensis o Homo sapiens para explicar al visitante la carrera hacia la humanidad y buscando la contribución de cada uno a la evolución: bipedismo, industria lítica, cultura o conciencia de sí mismo...
La consejera de Cultura, María José Salgueiro, aprovechó su visita a París con motivo de la inauguración de la exposición Atapuerca, tras el rastro de los primeros europeos en el Museo del Hombre para visitar el taller de la prestigiosa escultora antropológica Elisabeth Daynès (Béziers, Francia, 1960). Salgueiro, que estuvo acompañada del codirector de Atapuerca Eudald Carbonell y del viceconsejero de Cultura, Alberto Gutiérrez, conoció de la mano de la artista el proceso de creación de sus recreaciones. El trabajo de Daynès combina investigación científica, innovación tecnológica y grandes dosis artísticas para obtener unos resultados tan realistas que parecen devolver de nuevo a la vida a nuestros antepasados.
Con fósiles originales
Las reconstrucciones se realizan tomando como modelo los cráneos fósiles originales de las distintas especies de homínidos gracias a su contacto con diferentes equipos científicos y visitas a museos. Posteriormente, la artista realiza un molde del original y le pone unos bastoncillos que le permiten luego obtener el grosor de los músculos, la grasa o la piel, que lógicamente el cráneo no tiene. Una vez terminado ese molde se pasa a silicona y se va trabajando con lacas, ceras y resinas para reconstruir poco a poco los rasgos faciales. También trabaja mucho la mirada y la expresión. Las réplicas de Daynès miran al espectador cara a cara, dialogan con él y le trasladarán a la época en la que vivieron nuestros antepasados. Y el culmen del realismo lo pone el pelo natural y los vestidos con los que termina sus creaciones. El resultado es espectacular y demuestra el compromiso de esta artista francesa con la tarea de recrear a homínidos que vivieron hace millones de años. El trabajo es concienzudo porque emplea en cada una de las recreaciones unos cuatro meses.
Daynès tiene recreaciones de los australopitecus Lucien y Lucy, de una familia de neandertales, del hombre de Cromagnon, del Hombre de Pekín, del Homo Erectus de Dmanisi, de Toumai o del Homo Floresiensis de Indonesia y además ha recreado a Einstein o a Darwin con un realismo que casi asusta. También ha saltado a la fama por la reconstrucción de Tutankamon.
Su trabajo está en los museos de Tautavel (Francia), Halle (Alemania) Field (Estados Unidos) o el Museo del Hombre (Francia). También ha trabajado para el Museo de las Ciencias de CosmoCaixa en Barcelona.
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